La ética de Nietzsche
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche declaró que era indispensable la creación de nuevos valores, los cuales han de remplazar a los valores tradicionales de occidente. A este enfoque le llamó la transvaloración de todos los valores. Para Nietzsche una persona debía crearse a sí misma, sin leyes establecidas de ética o moral, impulsado por su voluntad de poder y el impulso vital, aspirando a ver más allá del bien y del mal. Reconociendo que el ser humano es el nexo entre el simio y el superhombre (übermensch).
Para poder llegar a crear tu propia ética y moral, un ser humano debe pasar por tres estados en la vida:
- El camello: Simboliza a los que se contentan con obedecer ciegamente, obedecer sin cuestionar los valores que se presentan como creencias.
- El león: No se inclina ante nadie, simboliza al ser humano liberado de las cargas morales y sociales. Representa al nihilista que rechaza todos los valores tradicionales.
- El niño: Es creador, está libre de prejuicios y puede crear nuevos valores.
Cuadro que representa los estados que debe superar el espíritu para ser libre, según expresó Nietzsche en: “Así habló Zaratustra”. |
Solo una vez el espíritu pasa por estos tres estados puede ser la tierra fértil de la cual nacerá el übermensch.
La visión de Nietzsche con respecto a la moral
Nietzsche iba en contra de una visión tradicional de la moral, en especial de la moral cristiana de occidente. Para Nietzsche existen dos tipos de moral:
- La moral de los Señores: La moral de señores es la moral noble en la cual lo bueno es todo cuanto eleva el individuo, todo cuanto lo lleva a afirmar la vida.
- La moral de los esclavos: es la moral del rebaño y de la mediocridad. Quiere igualar todas las personas; una moral que glorifica todo aquello que hace soportable la vida a los débiles.
Friedrich exalta la moral de los señores y critica duramente lo que él considera como la moral de los débiles o de un rebaño ciego y enfermo.
Para superar esta moral conformista, Nietzsche propone que debemos crearnos a nosotros mismos, transformar nuestro espíritu en el espíritu del “niño” y buscar dar a luz, en un futuro, al superhombre.
El Übermensch:
- Es una persona capaz de generar su propio sistema de valores, identificando como bueno todo lo que procede de su genuina Voluntad de Poder.
- El hombre para Nietzsche es un ser incompleto, puente entre el simio y el superhombre, por lo cual, debe ser superado. El ideal de superhombre tiene una moral de noble que incorpora la voluntad de poder, es un legislador que crea sus propias normas de vida, ama la vida y a este mundo. Acepta tanto las pasiones, como el placer, al igual que el dolor, sin excluir a ninguno de los dos, como sí lo proponian los grandes filósofos griegos como Platón y Aristóteles, para quienes las pasiones debían ser suprimidas y suplantadas por la razón.
- El repudio del superhombre a la moral de rebaño fue expuesto en los libros: Ecce homo , El Anticristo; Maldición sobre el cristianismo, Más allá del bien y el mal, entre otros.
Frase expresada por Friedrich Nietzsche en su obra: “Así Habló Zaratustra” |
La frase anterior (en la imagen) continua así: “(…) La grandeza del hombre está en ser un puente y no una meta: lo que en el hombre se puede amar es que es un tránsito y un ocaso”.
Contraste entre la visión ética de Nietzsche y el cristianismo
Nietzsche fue aquel filósofo que dijo: “Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado” (Nietzsche, la gaya ciencia, sección 125). Expresando que la humanidad ya no se debía al cielo (despreciando la vida por buscar otra) sino al hombre.
Nietzsche pensaba que la moral del cristianismo y su ética eran débiles, la moral de los esclavos. Para Nietzsche, valores como la compasión eran nocivos para la humanidad y la volvía débil, fácil de manipular y así tenerla bajo control.
En “El Anticristo” se hallan, probablemente, las más duras críticas de Nietzsche contra el cristianismo. Lo que en definitiva criticó Nietzsche al cristianismo, fue que éste despreciara todo aquello que el cuerpo desea y anhela: pasiones, impulsos, instintos, valores estéticos, etc. Critica al cristianismo por llamar pecado a muchas pasiones, él, por el contrario, incita a seguir a tus pasiones, con base en tu voluntad de poder y siguiendo la máxima de considerar bueno todo lo que eleve al individuo. Critica la compasión, la llama un veneno que nos hace débiles y que rebaja a la persona de la cual te compadeces, en lugar de la compasión debes moverte por la empatía, sin rebajar a la otra persona. Critica, además, que el cristianismo llame a sus fieles a creer ciegamente y a no dudar, siendo ovejas siguiendo a un pastor. Dice que el budismo es mil veces mejor que el cristianismo y que la Europa de su tiempo está muy lejos de alcanzar tal grado de cultura.
En resumen, quiere deshacerse de los valores morales cristianos para dar paso a nuevas y mejores costumbres, costumbres que no rebajen al ser humano y a la vida misma, sino que la engrandezcan.
En su obra "Aurora", el filósofo comparte una anécdota personal en la cual quizás podemos apreciar en practica la eliminación del sentimiento de compasión, al ser este remplazado por empatía y razonamiento. En el libro segundo de aurora, se lee:
"Hace un momento a las once de la mañana, un hombre se ha desplomado fulminantemente a mis pies. Todas las mujeres del vecindario se han puesto a dar gritos. Yo me he levantado y he estado esperando a su lado a que recobrara el habla. Mientras lo he estado haciendo, no se ha alterado ni un solo músculo en mi rostro, ni se ha apoderado de mi ningún sentimiento de miedo o de compasión. He hecho simplemente lo que había que hacer, ¡lo más urgente y razonable!, y luego me he marchado impasible. Si el día anterior me hubieran avisado que al día siguiente, a las once, se iba a desplomar un hombre a mis pies, hubiera sufrido las ansiedades más diversas, no habría dormido en toda la noche, y en el momento decisivo, tal vez me hubiera sucedido lo mismo que a ese hombre, en lugar de ayudarle".
Más allá del bien y del mal: los extremos.
Finalmente, Nietzsche, también nos habla acerca del camino del medio, concepto budista que enseña acerca de la practica del ´no extremismo´. Friedrich, expande acerca de este pensamiento en su libro: Más allá del bien y del mal, en el cual, fiel a su estilo, presenta por qué los extremos son malos. Conceptos como el amor o el odio, bien y mal, son extremos, y como tales, el filósofo argumenta que pueden ser perniciosos.
Frase expresada por Nietzsche en su obra “El caminante y su sombra”, escita en el año 1879. |
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