Richard
Dawkins es un etólogo y biólogo evolutivo, autor de múltiples libros, entre los
que destacan: "el gen egoísta" (best seller mundial), "el
relojero ciego" y "el espejismo de Dios". El ya retirado
profesor Dawkins ha recibido diversas distinciones a lo largo de su carrera,
entre las cuales resalta el haber sido nombrado el pensador del año 2013 por la
revista prospect, ser nombrado miembro de la Royal Society y de la Royal
Society of Literature, además de haber sido galardonado con el premio Michael
Faraday por la excelencia en la comunicación científica (1990).
El
libro que se revisará en la presente entrada será "Evolución: el mayor
espectáculo sobre la tierra", publicado originalmente en el año 2009. Cabe
destacar que el título original es: "The Greatest Show on Earth: The
Evidence for Evolution", lo que se traduciría como: "El mayor
espectáculo sobre la tierra: la evidencia de la evolución". Dicho título,
mucho más explicativo, deja en claro que el objetivo principal del profesor con
este libro es dar a conocer la evidencia científica (de múltiples campos) en
favor de la teoría de la evolución.
Cualquier
seguidor del trabajo de R. Dawkins sabrá que si existe algo que lo irrita y a
lo que se opone con tenacidad, son los creacionistas bíblicos que interpretan
el libro del génesis de forma literal, y a razón de ello, claman que la
evolución nunca ocurrió. Dicen, entre otras declaraciones anticientíficas, que
la tierra tiene una edad de pocos miles de años y no de billones de años como
lo indica la vasta mayoría de la evidencia científica acumulada. Este libro,
según relata el mismo Dawkins, responde a que en los Estados Unidos, por citar
un ejemplo, el 40% de la población cree que la evolución nunca ocurrió, no solo
eso, sino que, además, ese 40% tiene gran poder e influencia política, y
dispone del suficiente dinero como para crear campañas en contra de la
evolución, inmiscuyéndose en las clases de ciencia de los colegios, con el
propósito de "enseñar la controversia", es decir, sus creencias e interpretaciones literales de
las escrituras bíblicas.
La
aproximación de Dawkins en este libro es bastante directa, busca hacer ver que
la evolución es un hecho ampliamente aceptado en el mundo académico, pero que,
sin embargo, aún encuentra oposición, pobremente justificada, en base a la poca
compresión de la teoría, o bien, a la utilización de pseudociencia, la cual
tergiversa la realidad, buscando acoplarla con creencias personales.
A
pesar de que esta sea la intención del profesor Dawkins, si yo tuviera que
recomendarle a un creacionista un libro de evolución, muy probablemente no
sería este. Lo anterior debido a que, en mi opinión, este libro es excelente
para quien ya conoce la teoría de la evolución por selección natural de Charles
Darwin y está, en cierto grado, familiarizado con las evidencias que la
respaldan. Según lo veo, un creacionista promedio, que difícilmente comprende
la teoría y que pregunta cuestiones elementales como: "si evolucionamos
del mono, ¿por qué todavía hay monos?", no podrá seguir la pista de las
narraciones de contexto académico que presenta Dawkins, puesto que está
vagamente familiarizado con la ciencia que hay detrás. En otras palabras, es un
excelente libro de divulgación para aquellos ya familiarizados y que aceptan la
teoría de la evolución. Me declaro escéptico respecto al potencial que el libro
posea para convencer a un creacionista con fuertes predisposiciones. Esto, a
pesar de que en el libro explican brevemente la pregunta que he puesto de
ejemplo.
Habiendo
dicho suficiente respecto al conflicto anterior, a continuación, se enumeran y
describen, brevemente, las principales líneas de evidencia que se presentan en
el libro:
1.
Se refuta la muy común frase utilizada para argumentar en contra de la
evolución, la cual reza que: "la evolución es solo una teoría".
Existe una confusión entre cómo se ocupa la palabra teoría en el lenguaje
coloquial y el cómo se ocupa en el contexto científico. Según la academia
nacional de ciencias (NAS, por sus siglas en inglés) una teoría científica se
define como: "Una explicación bien fundamentada de algún aspecto de mundo
natural que puede incorporar hechos, leyes, inferencias e hipótesis
confirmadas".
Una
teoría en el lenguaje coloquial es una mera idea, poco más que una suposición
no demostrada. En ello recae la confusión de muchos.
2.
Se introduce el mecanismo de selección artificial, explicando que se trata de
un proceso guiado por el hombre, para conseguir características específicas y
deseadas en un organismo vivo. La selección artificial sirve de hincapié
inicial para introducir la que es considerada como la principal fuerza que
"guía" los procesos evolutivos en la tierra: la selección natural. La
selección natural fue descubierta, de manera independiente, por Charles Darwin
y Alfred Wallace en el siglo XIX. Citando a Dawkins:
"La
selección natural es la supervivencia diferencial de los genes con éxito frente
a genes con menos éxito en acervos genéticos. La selección natural no elige los
genes directamente. En lugar de eso
escoge a sus representantes, los cuerpos; y esos individuos se eligen —obvia y
automáticamente y sin intervención deliberada— en función de si sobreviven para
reproducir copias de esos mismos genes. La supervivencia de un gen está
internamente ligada a la supervivencia de los cuerpos que ayuda a construir,
porque viaja dentro de esos cuerpos y muere con ellos".
3. La genética confirma que estamos todos
conectados. Una de las evidencias más poderosas que apoyan la teoría de la
evolución biológica es: la genética.
Cundo
Darwin publicó el origen de las especies, en el año 1959, no se sabía
prácticamente nada de genética. Lo anterior, a pesar de que Gregor Mendel,
considerado el padre de la genética, ya había publicado sus leyes algunos años
antes (las que, sin embargo, fueron olvidadas e ignoradas durante años). Mucho
más tarde, en el siglo XX, Watson, Crick y Franklin descubrieron la estructura
del ADN (1956) que abrió el paso a una serie de investigaciones que culminaron
con el "proyecto genoma", el cual lograría secuenciar la totalidad
del genoma humano (2003).
Como
mencioné en el párrafo anterior, en el año 2003, el proyecto del genoma humano
logró secuenciar todas las bases nitrogenadas que posee nuestro código
genético, esto permitió compararlo con el de otras formas de vida, dándonos la
oportunidad de contrastar genomas y observar qué tan similares, o distintos,
somos genéticamente respecto a los demás organismos existentes (e incluso con
los ya extintos). La evidencia genética confirmó que animales con un ancestro
en común más reciente, son también los más cercanos genéticamente. Por ejemplo,
los seres humanos y los chimpancés compartimos entre el 94% al 98% de nuestro
material genético, en contraste, cundo lo comparamos con mamíferos rumiantes,
como las vacas (con las que compartimos un ancestro en común más lejano) somos
80% iguales en cuanto a lo que nuestro material genético se refiere. Incluso
compartimos la sorprendente cifra del 50% de nuestros genes con una banana.
La
genética demuestra, tal y como dicta la evolución, que todas las formas de vida
en la tierra están relacionadas, ya que evolucionaron de un ancestro en común.
4. Datación por decaimiento atómico. Para que la evolución a macro-escala ocurra se requiere de una abrumadora cantidad de tiempo. Los seres humanos, en la actualidad, tienen una expectativa de vida de 80 años (al menos en la mayoría de los países) y un máximo de, digamos, 120 años, no obstante, 80 años vistos en el calendario geológico son menos de un parpadeo. Cantidades como 3.4 billones de años (de acuerdo a la evidencia actual sería cuando las primeras formas de vida surgieron en nuestro planeta) son tan abstractas para un ser humano que nos hacen pensar en la evolución como algo que ocurre de la noche a la mañana, pensamos que no hay forma alguna que un bacteria pueda “algún día” transformarse en un ser capaz de desvelar los misterios del universo y, sin embargo, esto se debe a que como especie pensamos en términos de nuestra vida relativa, cantidades de tiempo de miles de millones de años, son algo que no logramos asimilar y entender del todo.
Los
creacionistas literales claman que la tierra es joven, de no más de 10.000 años
de antigüedad. Sus mediciones se basan en contar cronológicamente hacia atrás
los años de vida de los profetas bíblicos. Dichos cálculos arrojarían no más de
10.000 años. Esta demás decir que esto carece de rigor científico.
Las
dataciones por decaimiento atómico son una prueba indirecta de la evolución,
puesto que proveen la confirmación de que sí existió el tiempo necesario para
que la evolución ocurriera. Pienso, y esto ocurre con la mayoría de los
contenidos de la ciencia, que la datación por decaimiento atómico puede ser
explicada en destinos niveles: básico, intermedio y avanzado. No me siento un
experto en la materia, con lo cual, el siguiente enlace es un artículo que
explica la datación por decaimiento atómico a un nivel intermedio: enlace.
5.
Debido al hecho de que los seres vivos compartieron un ancestro en común en
algún punto de su historia evolutiva y, además, debido al hecho de que la
selección natural "trabaja con lo que ya tiene", es decir, modifica
componentes ya existentes, hay estructuras corpóreas homólogas entre los
distintos seres vivos. Uno de los ejemplos más claros lo podemos encontrar en
las extremidades de los mamíferos (incluyéndonos):
Imagen extraída del libro Evolución: el mayor espectáculo sobre la tierra. Comparación entre los huesos que forman el cráneo del ser humano y caballo. |
Imagen propiedad de Pearson Education. Inc. Publicado por Benjamin Cummings. Comparación entre las extremidades de cuatro mamíferos: Humano, gato, ballena y murciélago. |
En
las figuras superiores se muestra, claramente, cómo la evolución “trabaja con
lo que ya tiene”, en este caso, con la estructura esquelética básica que es
modificada a través de la selección natural, para aumentar la efectividad en
supervivencia y reproducción de la especie. La similitud ósea radica en que
todos los mamíferos compartieron un ancestro en común, el cual “proveyó” dicho
esqueleto básico, que posteriormente se modificó en cada especie.
Si
nos remontamos aún más atrás, encontraremos que estas similitudes no solo se
dan entre los mamíferos, sino que, entre todas las formas de vida:
Propiedad del sitio Portal Académico, Universidad Nacional Autónoma de México. |
En
las figuras superiores se muestra, claramente, cómo la evolución “trabaja con
lo que ya tiene”, en este caso, con la estructura esquelética básica que es
modificada a través de la selección natural, para aumentar la efectividad en
supervivencia y reproducción de la especie. La similitud ósea radica en que
todos los mamíferos compartieron un ancestro en común, el cual “proveyó” dicho
esqueleto básico, que posteriormente se modificó en cada especie. Si nos
remontamos aún más atrás, encontraremos que estas similitudes no solo se dan
entre los mamíferos, sino que, entre todas las formas de vida:
Expandiendo
en solo uno de los ejemplos anteriores, la piloerección es la reacción en la
que los bellos de tu cuerpo se erizan frente al frío u ante emociones fuertes,
es lo que se conoce como piel de gallina o goosebumps. Cuando nuestros
ancestros estaban cubiertos de bello, este mecanismo los protegía del frío y/o
los hacía lucir más grandes frente a depredadores. Con el tiempo, nuestro
pelaje se redujo, hasta el punto en que hoy, el que se te ericen los bellos del
brazo, no cumple ninguna función, es un vestigio evolutivo.
6. Vestigios evolutivos en nuestros cuerpos. Como se mencionó anteriormente, el esqueleto ancestral se modificó a lo largo del tiempo en las diferentes especies, pero no solo las estructuras óseas cambiaron, otros órganos y tejido blando también lo hicieron. Los cambios evolutivos son lentos y existen estructuras que antes cumplían una función pero que ya no son requeridas. Fijándonos únicamente en el ser humano, encontramos estructuras, órganos y tejidos que antes servían una función específica, pero que ya no lo hacen. Entre los ejemplos más destacados encontramos: el hueso último del coxis, el apéndice, la piloerección y el vestigio de una membrana ocular (plica semilunaris).
A continuación dejaré el enlace a dos videos; uno en inglés (subtitulado) y otro en español, en donde pueden ver las evidencias vestigiales en nuestro cuerpo.
Enlace video uno. Enlace video dos. |
Karen. M. Alsene. et. al. (2006). |
Piloerección en un ser humano. |
Debido
a que la fosilización requiere condiciones precisas para ocurrir, y que, aún
más, nuestros esfuerzos por desenterrar el pasado pueden ciertamente mejorar,
muchos linajes de organismos poseen “eslabones perdidos”, o esqueletos
sumamente incompletos, no obstante lo anterior, existen magníficas piezas de
evidencia fósil que apoyan la evolución biológica de las especies. Por obvias
razones, muchas veces solo los fósiles de homínidos logran una aparición en la
prensa, pero la realidad es que muchas otras especies tienen ancestros cuyos
restos fosilizados han sido recuperados y catalogados.
Por
cierto, la idea de eslabón perdido no es científica, la evolución no es magia,
no existe un solo eslabón entre una especie y otra. Esta confusión ocurre por
la popular imagen del mono creciendo e irguiéndose hasta que se convierte en
humano, dicha imagen nos hace pensar que la evolución es linear, lo cual no es
cierto (dicha imagen no se publicó en una revista científica).
La evolución no es un proceso linear como muchos creen. |
Propiedad de Cold Spring Harbor Laboratory Press. Evolution 2007. |
Desde: understanding evolution. |
En
cuanto a la evolución humana, los fósiles de mayor antigüedad fueron
encontrados en África, y se remontan hace alrededor de 4 millones de años
atrás, con el descubrimiento de los restos de un australopithecus.
Vicent Van Ginneken. et. al. 2017. |
Mi
encarecida recomendación es que visiten los museos, es una bella experiencia,
sin embargo, a través de la internet también puedes revisar los registros
fósiles de sus exposiciones, a continuación, dejaré galerías online de
prestigiosos museos que guardan increíbles fósiles:
- Oxford museum of natural history.
- Smithsonian museum of natural history.
- Natural history museum, Londres.
- American Museum of Natural History, Nueva York.
- Museo de historia natural, Madrid.
Famoso [entre los círculos científicos al menos] es el ejemplo de la mariposa de Madagascar: Xanthopan morgani. Veinte años antes de que se descubriera esta especie, Charles Darwin predijo su existencia basándose en su teoría evolutiva por selección natural, él se encontraba estudiando una particular especies de orquídea (Angraecum sesquipedale Thouars), cuando razonó que debía de existir un insecto capaz de alcanzar el néctar que se encontraba al final de su largo espolón, para lograr dicha hazaña, la selección natural produciría un organismo con una estructura los suficientemente larga como para conseguirlo.
El
registro fósil es consistente, y ha crecido inmensamente desde los tiempos de
Darwin, hasta la actualidad. Su consistencia recae, en gran medida, en el hecho
de que no se contradice con la geología, esto es, si se dató un extracto
geológico, como perteneciente al jurásico, no se encontrarán fósiles de
homínidos en el mismo. Se podrán encontrar fósiles de dinosaurios, lo cual
estaría dentro de lo esperable según el estado de los conocimientos científicos
actuales.
En
primera instancia, se plantea la misma interrogante que Darwin planteo años
atrás; ¿Cómo un Dios amoroso sería capaz de crear organismos tan perversos
como, por ejemplo, la avispa parásita? Ya que, razone usted, si solo son el
producto de leyes naturales, entonces no podemos atribuirles adjetivos como
"perverso" o "cruel", sin embargo, si son el resultado de
un diseñador, el cual a propósito diseñó a la especie con la intención de que
ese sea su método de reproducción, entonces, cabe preguntarse ¿Qué hay de
amoroso en ello? En palabras de Darwin: "No puedo creer que un Dios
omnipotente y benefactor pudiera haber creado mediante diseño las Ichneumonidae
con la intención expresa de que se alimentasen dentro de los cuerpos vivos de
las orugas". Nos lleva, quizás, a la interrogante de Albert Einstein quien
dijo: "Lo que realmente me interesa es si Dios tuvo alguna opción en la
creación del mundo".
8.
Predicciones realizadas por la teoría de la evolución por selección natural. Luego
de presentar las líneas de evidencia expuestas en el libro, no está de más
mencionar los argumentos que, más que apoyar la teoría de la evolución, son
elaborados a modo de desacreditar las teorías creacionistas del 'diseño
inteligente', aquellas advocadas por los creacionistas literales.
Imagen de: Cienciaes.com |
-Video de la BBC: avispa parásita.
Dawkins
comparte también la cita de un colega biólogo de Australia, en el libro se lee:
“Williams cita después a otro colega australiano, que comparte con él el Premio
Nacional por haber acuñado una buena frase sobre las avispas icneumónidas, cuyo
diseñador, si hubo alguno, debe de haber sido un sádico bastardo”.
Posteriormente,
se pone en tela de juicio el “diseño inteligente”, la tesis siendo que éste no
sería tan inteligente como se exalta. El ejemplo presentado en el libro es uno
de los más llamativos que existe, producto de la innegable ironía que conlleva.
Se trata del nervio laríngeo.
Si
nos remontamos 430 millones de años atrás, nuestros ancestros apenas comenzaban
la transición desde el agua, para colonizar la tierra. Cuando nuestros
ancestros eran peces, su anatomía hacía que el nervio en cuestión se conectara
de tal manera que el trayecto hacía sentido, sin embargo, debido a que la
evolución nunca comienza de cero, las modificaciones pequeñas que hacían más
sentido terminaron por desarrollar un diseño muy poco “inteligente”, puesto que
el nervio comienza en la cabeza, descendiendo hasta la aorta dorsal, solo para
luego dar la vuelta y volver a la cabeza. Cualquier diseñador humano se reiría
de tal “diseño inteligente”, no obstante, si lo vemos desde el punto de vista
evolutivo, tiene completo sentido, esto ya que la evolución no planea a futuro,
selecciona modificaciones que crean pequeños cambios beneficiosos, para la
evolución es mucho más rentable hacer pequeñas modificaciones a un diseño ya
existente, que comenzar completamente desde cero. Por supuesto, si todos y cada
uno de los animales fueron diseñados con independencia, por una mente
inteligente, entonces dicho diseño es, por decir lo menos, cuestionable. En
palabras del profesor:
“Todo
esto nos separa del tema principal, que es que el nervio laríngeo recurrente en
cualquier mamífero es una buena evidencia en contra de un diseñador. ¡Y en la
jirafa pasa de buena a espectacular! Esta desviación absurdamente larga
—bajando por el cuello de la jirafa y ascendiendo de nuevo— es exactamente el
tipo de cosa que esperamos de la evolución por selección natural, y exactamente
el tipo de cosa que no esperamos de un diseñador inteligente”.
Imagen extraída del libro Evolución: el mayor espectáculo sobre la tierra. |
En
el siguiente video se pude ver al profesor R. Dawkins presenciando la disección
de una jirafa, con fines educativos:
Finalmente,
proporcionaré una corta lista con libros introductorios a la evolución. Como
mencioné, no hay nada mal con el libro que presento en este artículo, sin
embargo, pienso que para personas que desconocen el 99% de lo que se trata la
evolución, es preciso recomendar libros de una naturaleza más simple y directa,
quizás, también, un tanto menos confrontacionales.
1.
Evolución para creyentes y otros escépticos, por Javier Novo.
2.
Por qué la evolución es cierta, por Jerry A. Coyne.
3.
Evolución para principiantes, por Mark R. Macnair.
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