La extraordinaria vida de David Attenborough y una revisión a su libro testimonial: Una vida en nuestro planeta. Una visión para el futuro.
David Attenborough, de 96 años, es un locutor, biólogo,
historiador natural y autor inglés. Pocos podrán argumentar en contra de la
extraordinaria vida que Sir David ha tenido. Con casi un siglo sobre su espalda
ha experimentado de primera fuente los cambios a los que ha sido sometido el
mundo natural a causa de nuestras prácticas industriales poco o nada
sustentables.
Su libro, titulado “Mi testimonio y una visión para el futuro. Una vida en nuestro planeta” es un compendio que expone la crisis climática y biológica en la que nos encontramos, además de brindar una propuesta respecto a cómo revertir el daño y desequilibrio causado al sistema planeta tierra.
Fotografía del autor, David Attenborough. |
La vida de David Attenborough
Nacido en London en el año 1926, durante la infancia y
adolescencia de David (1937) la población mundial rondaba los 2.300 millones de
personas, el carbón atmosférico se encontraba alrededor de las 280 partes por
millón2 y la proporción de tierras salvajes restantes era del 66%1.
Actualmente (2022), la población mundial es de 8.000 millones de personas, el
carbono atmosférico es de aproximadamente 418 ppm y la proporción de tierras
salvajes restantes (hasta el 2020) es del 35%.
Con su participación en más de 100 documentales y habiendo
viajado a múltiples países para mostrar la naturaleza salvaje que ahí reside,
David ha visto de primera mano la pérdida de biodiversidad y su subsecuente
remplazo con actividades humanas como la expansión habitacional o la
agricultura y ganadería.
Viajando por el continente asiático, específicamente las
regiones de Borneo, Sumatra y la Península Malaya, David ha visto como los
monocultivos de palmas aceiteras remplazaban la selva de bosques tropicales.
Viajando por el continente africano, ha observado como la codicia anglosajona
explota el continente poniendo en riesgo su biodiversidad. Viajando por
Sudamérica fue testigo de los cambios a los que fue (y sigue siendo) sometido
el amazonas para crear terrenos de cultivo y para la ganadería.
Con tantos problemas y acontecimientos ocurriendo
simultáneamente cualquiera perdería la fe, después de todo, aquella naturaleza
que tanto amas está entrando en una severa crisis, no obstante, David nunca ha
perdido la fe en un futuro más sustentable.
Una propuesta para salir de esta crisis:
Trabajando con múltiples organizaciones, como la WWF, Sir
David ha sido un firme defensor de restaurar la biodiversidad a través de
nuevas, mejores y más sustentables prácticas industriales.
Tesis del libro:
“(…) para recuperar la estabilidad del sistema tierra
debemos devolver al mundo su condición salvaje”.
En otras palabras, se plantea que no es coincidencia que la
estabilidad de la tierra haya flaqueado en paralelo al declive de su
biodiversidad, por ello, para devolver dicha estabilidad deberíamos proteger lo
que aún queda de territorio salvaje e incluso restaurar lo perdido en ciertos
puntos críticos (hotspots).
Lo anterior sería suficiente para revitalizar el suministro
de alimentos, de absorber y reutilizar los desechos, reducir daños y
proporcionar equilibrio al planeta.
¿Existe la posibilidad de un desarrollo urbano que preserve la biodiversidad? Fotografía de James Cheney, desde Pexels. |
Quizás, en mi pesimismo, me planteo la idea de un mundo en que no exista la biodiversidad actual, pero en que la humanidad ha logrado un desarrollo sustentable, es decir, obtenemos nuestra energía de fuentes renovables, no existe la abrumadora contaminación actual, mejoramos nuestras prácticas ganaderas y agrícolas, etc.
Bajo esa visión, la tesis de Sir David no sería acertada, en
la página 137 se lee que restaurar la biodiversidad es la “única salida de esta
crisis”. No creo que eso sea cierto, al menos no técnicamente. Sería
maravilloso que la humanidad quiera y exija la restauración de la biodiversidad
del planeta, esto, ciertamente conllevaría mayor equilibrio global, tal vez,
incluso, al punto de restaurar el equilibrio del sistema tierra.
El escenario ideal, por supuesto, sería uno en el que ambas
temáticas vayan de la mano. Un mundo en el que restauremos la biodiversidad
global, al mismo tiempo que nos movemos a prácticas industriales sustentables.
Las principales problemáticas y sus potenciales
soluciones:
1.
Emisiones de Gases de efecto invernadero.
Desde la revolución industrial y hasta la fecha, la
humanidad ha generado la mayor parte de su energía a través de la quema de
combustibles fósiles. La quema de estos combustibles genera emisiones de gases
de efecto invernadero como el dióxido de carbono. Estos gases han generado el
fenómeno conocido como cambio climático, que engloba una serie de fenómenos
como: el aumento de la temperatura global, la acidificación de los océanos, el
derretimiento glaciar, el aumento del nivel del mar y una mayor incidencia e
intensidad de fenómenos como incendios y huracanes.
Ejemplo de planta que funciona mediante la quema de combustibles fósiles. Elkford, BC, Canada. Fotografía de Braeson Holland, a través de Pexels. |
La solución planteada radica en una rápida y efectiva transición a energías renovables como la solar, eólica, hidráulica y geotérmica. Además de la implementación de combustibles verdes o biocombustibles.
Actualmente estas energías están disponibles pero no están
al mismo nivel competitivo que los combustibles fósiles, no obstante, jamás lo
estarán si no se exige a los gobiernos de cada país que impulsen el desarrollo
de estas energías renovables.
2.
Cambio de uso de suelo: deforestación.
Actualmente el principal factor de deforestación de los
bosques tropicales se debe al cambio de uso de suelo para la ganadería y
agricultura. En otras palabras, nuestras dietas importan, las prácticas
actuales para producir nuestro alimento importan.
Así como menciona el libro, los tres principales factores de
deforestación de los bosques tropicales son:
I.
Carne de vacuno.
II.
Soja (70% de la cual es destinada a alimentar el
ganado).
III.
Aceite de palma (en el sudeste de Asia).
Brasil, Amazonas. Creador: Leo Correa. Créditos: AP. Copyright: copyright 2019 The Associated Press. |
3.
Fertilizantes.
El exceso o malas prácticas a la hora de utilizar fertilizantes genera problemas de variada índole. Uno de ellos es el hecho de que no solo afectan a la plaga objetivo, sino que, también, pueden afectar a las demás especies nativas de la zona. Otro severo inconveniente es que las químicos utilizados en los fertilizantes pueden escurrir y contaminar ecosistemas aledaños como lagos y ríos.
Persona utilizando fertilizantes en cultivos, Tailandia. Fotografía por Balazs Simon, a través de Pexels. |
Añadiendo que: “(…) Necesitamos reducir drásticamente la
cantidad de nitrógeno reactivo que se libera al medio ambiente desde todas las
fuentes, especialmente desde los fertilizantes sintéticos que representan uno
de los mayores flujos de nitrógeno”.
4.
Evolución/progreso en el modelo económico
contemporáneo predominante.
El modelo económico que predomina actualmente (en la mayor
parte del mundo) utiliza al PIB (el producto interno bruto) como único
referente de crecimiento y progreso. Un modelo de este tipo, altamente
dependiente de un crecimiento constante (medido por el PIB), no es sustentable,
básicamente, porque los recursos del planeta son finitos y no se puede crecer
en perpetuidad.
Por lo demás, este modelo deja fuera de la ecuación otros factores de prosperidad como un desarrollo sustentable y equitativo.
Índice del planeta feliz (Happy planet index, en inglés). Imagen desde la página happyplanetindex.org |
Un ejemplo de un país que está avanzando hacia una economía no
centralizada únicamente en el PIB es Nueva Zelanda, donde se creó un índice
propio fundado en sus preocupaciones nacionales más urgentes. Este índice toma
en consideración las denominadas “tres pes”; provecho, personas y planeta.
5.
Estabilización de la población humana.
Según las proyecciones de las Naciones Unidas para el año
2100 habrá entre 9.400 y 12.700 millones de personas4. Si bien el
crecimiento poblacional es más lento que en cualquier momento antes de 1950, al
menos en las múltiples décadas venideras la población mundial no dejará de
crecer.
Esto, por supuesto, conlleva una mayor carga para el planeta, sobre todo debido a nuestras prácticas no sustentables pero, también, por el mero hecho de necesitar más espacio y recursos para mantener semejante número de seres humanos.
El crecimiento poblacional no se detendrá en las décadas venideras. |
Según indica el libro, mejorar las condiciones de vida de los diferentes países hace que (generalmente) su población tienda a estabilizarse. Los geógrafos utilizan el término transición demográfica para referirse a las cuatro etapas que un país debe a travesar en su desarrollo económico para alcanzar la estabilización demográfica.
Pocos son los países que han llegado a la cuarta etapa. Un
ejemplo es Japón que, a través de un crecimiento económico sorprendente en los
años 70, denominado “el milagro japonés”, logró estabilizar su población, que a
comienzos de los 2000 alcanzó los 126 millones de habitantes, cifra que aún
mantiene hasta el momento.
NOTA: esto puede conllevar
consecuencias negativas, el gobierno de japón está preocupado por el hecho de
que su población es demasiado anciana y que en el futuro tendrán dificultades
para mantener la fuerza laboral necesaria para que la economía siga creciendo.
Claro está, dicho problema se genera debido al punto número 4 de esta lista, es
decir, la necesidad de una economía en constante crecimiento.
6.
Sobrepesca y red de áreas protegidas.
Se reporta que el número de peces en los océanos se ha reducido
a la mitad desde 19705. Para recuperar la biodiversidad perdida es
imperativo crear extensas áreas protegidas y, en lo posible, conectadas. Lo
anterior también aplica para los bosques y territorios no marinos.
Con la implementación de sectores donde la pesca se mantenga al mínimo o este prohibida, se generan sectores que rebosan de biodiversidad y alimentan los demás sectores donde la pesca sí está permitida.
Barcos pesqueros. Imagen desde Pixabay. |
Este Blog posee un artículo donde se discute la dieta
pescetariana y algunas implicancias medioambientales, el artículo se titula: La
dieta pescetariana, sus beneficios y la pregunta moral. En caso de que el
lector guste indagar más al respecto.
Visión para el futuro si no cambiamos nuestras prácticas:
2030
Se dice que potencialmente en esta década el amazonas se
reduciría a un punto de inflexión a partir del cual se pondría en marcha el
fenómeno denominado extinción forestal paulatina.
En el otro extremo del planeta, el océano Ártico podría
vivir el primer verano libre de hielos. El ártico podría entonces comenzar a
perder su facultad de enfriar al planeta.
2040
Se espera que de seguir aumentando la temperatura global,
comience a derretirse el permafrost, es decir, el suelo congelado en épocas
anteriores. Esto podría producir enormes inundaciones y gigantescos
corrimientos de tierra. Modificando el curso de centenares de ríos y miles de
lagos quedarían drenados.
Fauna, flora y personas que vivan cerca de las zonas se verán afectadas.
Por si lo anterior no fuera suficiente, se estima que ese subsuelo helado ha venido bloqueando durante miles de años unas 1.400 gigatoneladas de carbono (cuatro veces más de lo que la humanidad ha emitido en los últimos 200 años) que serían liberadas a la atmósfera de manera gradual durante muchos años.
2050
Debido a la acidificación de los océanos, para la década del
2050 los océanos podrían experimentar un declive de biodiversidad de
proporciones calamitosas. Incluso, hay quienes predicen que el 90% de los
arrecifes de la tierra quedarán destruidos.
Debido a que la acidificación afecta las conchas de calcio
de muchas especies de plancton, que son la base de la cadena trófica, todas las
especies de peces que ocupen eslabones sobre el plancton se verán afectados.
Según indica David en su libro, el 2050 señalará el
principio del fin de las pesqueras comerciales y granjas piscícolas. Esto
afectará el sustento alimenticio de más de 500 millones de personas.
2080
Debido al uso excesivo de fertilizantes, se prevé que de no
cambiar las prácticas, los suelos quedarán agostados y yermos.
La muerte de los insectos polinizadores como las abejas
afectara ¾ partes de nuestras cosechas.
2100
El arranque del siglo XXII podría traer consigo el mayor
caso de migración forzosa de seres humanos en la historia. Millones de personas
migrando porque donde habitan las temperaturas no permiten la cosecha, o el
nivel del mar aumentó al punto de simplemente inundar sus localidades.
Es que ni siquiera debemos esperar al 2100, actualmente
también existe migración por factores como la escasez de agua en ciertas
regiones o las inundaciones debido al aumento del nivel del mar en ciertas
islas alrededor del mundo.
Se prevé que si la temperatura continúa aumentando al mismo
ritmo, para el 2100 habrá aumentado en 4°C, lo que implica que más de la cuarta
parte de la población humana tendrá que soportar temperaturas medias superiores
a los 29°C, es decir, temperaturas medias que hoy solo se registran en zonas
como el desierto del Sahara.
En estas regiones será prácticamente imposible cultivar la tierra, lo que implica más migración forzosa.
El foco de este libro es servir de advertencia respecto a la actual situación del sistema tierra, con un desequilibrio infligido por los seres humanos que el mismo autor ha presenciado en sus casi 100 años de vida en nuestro planeta. Además de brindar dos visiones para nuestro futuro, una en que no hacemos lo suficiente para revertir la situación y otra visión llena de esperanza por un progreso colectivo de la sociedad humana.
Referencias
1.
https://gml.noaa.gov/ccgg/about/co2_measurements.html
2. E. Ellis. et. al. 2010. Anthropogenic transformation of the
biomes, 1700 to 2000. Global Ecology and Biogeography, n°1 19, pp. 589-606.
3. https://www.unep.org/news-and-stories/story/fertilizers-challenges-and-solutions
4. https://population.un.org/wpp/graphs/
5. https://www.scientificamerican.com/article/ocean-fish-numbers-cut-in-half-since-1970/
Comentarios
Publicar un comentario